La filosofía de la Institución representa el principio de procurar a las nuevas generaciones de estudiantes su acceso a la cultura universal, el conocimiento especializado universitario y la solidaridad social, brindando la mejor formación académica a quienes se han fijado como objetivo en su plan de vida, el ejercicio exitoso de la actividad profesional, la estabilidad individual y familiar y la participación en el esfuerzo colectivo de llevar a la sociedad mexicana y al país en su conjunto, hacia un mejor bienestar.
Impartir educación técnica, científica, humanista y social, con altos estándares de calidad académica en los niveles medio superior, superior, posgrado y de mejora continua, para la formación integral de los educandos, llevada a cabo sobre la base de los principios educativos nacionales e instrumentada mediante la aplicación de un modelo educativo centrado en el aprendizaje de conocimientos actuales y pertinentes, la adquisición de competencias, habilidades y destrezas, la fortaleza de los valores universales y el desarrollo de capacidades físicas, intelectuales y afectivas; contando al efecto con la participación, dirección y tutela de un cuerpo de catedráticos con amplia preparación profesional y experiencia docente y una administración oportuna, eficiente y efectiva, a fin de que los egresados alcancen un desempeño destacado y protagónico en el quehacer nacional, el crecimiento de la sociedad mexicana y el progreso del país.
Ser la mejor opción educativa de carácter privado que promueva y fomente el estudio, el aprendizaje, el desarrollo de competencias y habilidades, los valores universales, la solidaridad social, el bien común, el trabajo en equipo y la participación ciudadana con civilidad y armonía, a través de la prestación de servicios educativos con altos niveles cualitativos, llevada a cabo mediante un equipo docente y administrativo eficiente, profesional y comprometido con los ideales universitarios, que garanticen la formación integral, equilibrada y altamente competitiva de los educandos entre lo académico, lo ético, lo artístico y lo deportivo.
Aumentar la oferta educativa hacia aquellas áreas en donde exista un mercado potencial o demandante de profesionales altamente capacitados.
Crecer y fortalecer la presencia institucional en la zona del bajío mexicano y en otras latitudes del territorio nacional.
Perfeccionar, actualizar o complementar los servicios educativos existentes a fin de mantenerlos en perfecta congruencia con los acontecimientos del presente y considerando la proyección hacia el futuro.
Es el altísimo valor que fundamenta la autonomía de las personas, tanto para expresarse o transitar por el territorio nacional, como para tomar las decisiones sociales, económicas, políticas o religiosas que más les convenga, sin más límites que aquellos establecidos por la propia sociedad y el derecho.
La paz social depende de la convivencia basada irrestrictamente en el respeto y la tolerancia de coincidencias o diferencias de ideas u opiniones, religión, nacionalidad, color de piel, condición social, económica o de género; así como actitudes, tendencias y preferencias.
La prevalencia de conductas con equidad, justicia y respeto hacia cualquier integrante de la sociedad, sin discriminaciones, atendiendo a los más desprotegidos y fortaleciendo el respeto hacia los derechos humanos, salvaguarda las sanas relaciones sociales, brinda mayor seguridad y consolida la paz y la convivencia en armonía entre todos los habitantes del país.
La responsabilidad institucional de mayor relevancia es la formación integral de los educandos, con base en la adquisición de conocimientos de calidad, competencias, habilidades y destrezas que les permitan desarrollarse plenamente en los entornos profesionales por ellos elegidos, como pauta que les asegura su éxito personal, familiar y social, coadyuvando así al progreso nacional.
La fidelidad hacia la familia, las personas, el origen, las raíces, la comunidad, la nacionalidad, las tradiciones y costumbres, las convicciones, las instituciones formativas y así mismo, enaltece el orgullo, el honor y el sentido de pertenencia hacia los seres queridos, la sociedad y a la nación en su conjunto, así como de gratitud por los favores recibidos.
La claridad de mente y serenidad de espíritu permite apreciar en su justo nivel, las ideas, opiniones, aportaciones y forma de pensar de las personas, así como de sus intenciones y tendencias, sin que los falsos perjuicios o influencias negativas empañen el juicio sensato y equilibrado hacia lo que transmiten los demás.